El valor añadido de la herrajería
En el diseño de interiores de alta gama, los detalles suelen marcar la diferencia. La arquitectura y los materiales establecen el tono, pero son los acentos refinados los que realmente dan significado a un espacio. La herrajería forma parte de ello. Puede parecer un elemento pequeño, pero determina cómo se percibe y se utiliza un interior.
Para comprender mejor este papel, hablamos con Studio Piet Boon. Su visión sobre el valor añadido de la herrajería muestra cómo algo aparentemente diminuto puede tener un gran impacto en la experiencia global de un espacio. Hicieron referencia a su reciente trabajo en Rosewood Amsterdam, donde la elección del herraje aportó un toque sutil pero decisivo al diseño.

Más que un detalle funcional
Una manilla o tirador se toca innumerables veces al día. No es solo un componente técnico, sino también un medio para hacer tangible la atmósfera de un espacio. Una manilla es literalmente la primera interacción física con un interior: un detalle que puede invitar, sorprender o transmitir calma.
Como enfatiza Studio Piet Boon: “Una manilla es, en cierto sentido, una invitación a entrar en un espacio: un apretón de manos tangible que introduce la atmósfera del interior.” Para los diseñadores, esto significa que la herrajería no solo debe seleccionarse por estética o compatibilidad con un estilo, sino también por la emoción y la expectativa que genera. Es una oportunidad para que la identidad de un espacio se perciba incluso antes del primer paso.

Consistencia y lenguaje de formas
Uno de los mayores desafíos en el diseño de interiores es garantizar coherencia a lo largo de todo el proyecto. La herrajería puede jugar un papel sutil pero determinante. Un lenguaje de formas consistente en todos los espacios genera armonía y sensación de unidad, haciendo que el interior se perciba natural y bien pensado.
Al mismo tiempo, la herrajería puede crear tensión. Aplicar herrajes modernos en puertas históricas —como se hizo en Rosewood Amsterdam— genera un diálogo entre pasado y presente. La historia del edificio permanece perceptible, mientras que una capa contemporánea eleva el conjunto a la actualidad. Para los diseñadores, es un ejemplo valioso de cómo la herrajería no solo apoya, sino que también contribuye al storytelling del espacio.
Tactilidad y percepción de materiales
Más allá del aspecto visual, la experiencia táctil de la herrajería es igual de importante. Dado que una manilla se toca cientos de veces al día, la elección de material y acabado influye directamente en la experiencia. Un acabado mate PVD o pintura en polvo transmite lujo discreto, mientras que una superficie patinada genera una sensación de tiempo y tradición.
Studio Piet Boon destaca que no se trata solo de estética, sino de la capa sensorial que los materiales aportan: “Un acabado mate transmite sobriedad, una superficie patinada cuenta la historia del tiempo. Combinando estas sutilezas, un diseño adquiere personalidad táctil.” Así, el acabado deja de ser un simple detalle y se convierte en portador de emoción.
En proyectos de hospitality, donde la herrajería se usa intensamente, la durabilidad es crucial. Los recubrimientos PVD y en polvo protegen contra desgaste y pérdida de color, conservando el aspecto original. Al mismo tiempo, los materiales naturales que envejecen con elegancia aportan un encanto auténtico que se fortalece con los años, logrando un equilibrio entre estética, tactilidad y larga vida útil.


Equilibrio en las decisiones de diseño
El verdadero valor de la herrajería se percibe en su coherencia. Nunca actúa de manera aislada, sino como parte de un conjunto mayor. Estilo, arte y acabados no son elementos separados, sino capas que narran una misma historia. En proyectos como Rosewood Amsterdam, se aprecia cómo la herrajería, el arte y la arquitectura se complementan y refuerzan mutuamente sin competir entre sí.
Para Studio Piet Boon, esto va más allá de la estética. La artesanía y la circularidad son igual de importantes: garantizan que los interiores no solo transmitan lujo, sino también significado y sostenibilidad.
Sutil pero decisivo
La esencia de la herrajería reside en su sutileza. Rara vez es el foco de atención, pero siempre está presente: en cada entrada, cada toque, cada momento. En esa interacción constante reside su importancia: conecta el conjunto y hace que el diseño sea tangible en el uso diario.
Como resume Studio Piet Boon: “La esencia es lujo discreto a primera vista.” Una frase que refleja no solo su visión de Rosewood, sino también el papel más amplio de la herrajería en el diseño de interiores.
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